jueves, 5 de septiembre de 2013

Mañana

Desearía que fuese así, una pesadilla, y poder despertar en algún momento y encontrarme en ese campo verde y floreado, con árboles altos que se mecen al compás del viento, con el cielo celeste, y alguna que otra nube tapándolo, queriendo conquistarlo. El sol brillando en el medio haciéndose notar y una bellísima mariposa volando sutilmente hacia allá, con la esperanza de algún día llegar a alcanzarlo.
Encontrarme ahí, en ese lugar, que por alguna razón mi mente recuerda, ese lugar que ahora ya no existe más. No más campos hermosos, no más mariposas volando, el sol aparece una vez al mes, temeroso de que ese humo extraño  pueda llegar a alcanzarlo, taparlo, sin dejarlo brillar. No más árboles altos y verdes, no más verde. Los colores desaparecieron, nada ni nadie los tiene, todo es gris, un gris oscuro que deprime a toda persona que se encuentre rodeada de él. Y estamos rodeados de él.
    Despierto todas las mañanas, ilusionada, queriendo abrir la ventana y  encontrarme de vuelta allí, en ese lugar que recordaba, en ese campo, en ese verde ¿Por qué? Me preguntaba ¿Por qué? Les preguntaba a los demás, a mis padres, mi familia. Pero nadie era capaz de responderme. Al escuchar ese interrogante bajaban la cabeza avergonzados, culpables, sin poder responder a mi pregunta.
  Pero un día, vagando por las oscuras y solitarias calles, un anciano vagabundo me habló, me dijo incoherencias, cosas que no llegué a entender y aún ahora me sigo preguntando que me habrá querido decir. Y me animé, le pregunté ¿Por qué? Quizá él si me respondiera. Y lo hizo, me contestó. Como si fuese un suceso histórico, algo que no volvería a pasar jamás, grabé cada una de sus palabras en mi cabeza, hasta el último respiro que realizó al terminar de hablar: "Fuimos nosotros,nadie más,nosotros, que no cuidamos  y valoramos lo que alguna vez tuvimos y nunca más volveremos a tener. No pensamos, no aprendimos, ignoramos toda advertencia y la despreciamos, creyendo imposible que eso pueda suceder. Esos lugares hermosos, coloridos en los que alguna vez vivimos, ya no van a estar, no volverán. Destrozamos todo, las plantas, los colores, el planeta, la vida, nos destrozamos..."
  Y ahí me quedé sentada en esa calle, sola, confundida, sin poder creer esas palabras que aquel triste anciano me había podido contar... ¿Nosotros? Era imposible ¿Cómo destruir un lugar tan bello en donde vivir? Con agua cristalina para bañarse, montañas con nieve para disfrutar. Y mi pregunta cambió, por una nueva que nadie va a ser capaz de contestar, ¿Cómo no se dieron cuenta de lo que estaba pasando? Que los colores desaparecían, que el aire se enturbiaba, que la nieve se derretía y el agua se amarronaba ¿Cómo?
 Y al final no, no era una pesadilla, no nos podemos pellizcar o gritar y despertar, eso no va a pasar. El tiempo avanzó y ahora estamos acá, en este horrible y nauseabundo lugar, que nosotros provocamos, al que nosotros llegamos. Si hubiésemos escuchado, si hubiésemos pensado, si hubiésemos actuado, todo habría cambiado...

No hay comentarios:

Publicar un comentario